jueves, 26 de marzo de 2020

San Isidro lo ganó desde el banco


San Isidro 3 vs 1 STK


Como en el inicio de todos los torneos, el domingo por la tarde, San Isidro traía sobre el lomo la responsabilidad de imponerse por tradición y porque la pituca y siempre rezongona platea del Coliseo Deportivo está ansiosa por revalidar su título y así, al fin, alcanzar en el palmarés a sus eternos rivales de San Borombón.
El rival, el joven club STK, siempre animador de los torneos, empezaba el año con el deseo poner a prueba las innovaciones de los entrenamientos y modificaciones tácticas implementadas en la pretemporada por su obsesivo DT, Emiliano Gatto, y desarrollar un juego más veloz y fluido.
Con la expectativa de un nuevo comienzo, el Coliseo Deportivo tuvo una gran asistencia. La exigente platea de Los Verdes estaba colmada y en la tribuna popular el público superaba las 1000 personas. El puñado de de algo más de 100 hinchas del STK  que se cruzó todo General González entró por el acceso de la calle Presidente Perón entonando cánticos en los que le pedían a su equipo repetir la hazaña del campeonato 2005.
El San Isidro de míster Laas se plantó con una propuesta más ofensiva, líbero y dos stoppers. Dos carrileros de ida y vuelta para abrir bien la cancha y asociarse con los wines Paz y Nefrune, todo con el apoyo de Coronel que, a lo Giroud, jugando de espaldas al arco y aprovechando su portentoso físico intentó aguantar la pelota y hacer de pivot para el avance en bloque de un equipo bien corto.
Por otro lado, sin resignar el aspecto ofensivo, STK plantó una marcada línea de 4 en la que los laterales, Cañas y Barbosa, se desprendían alternativamente con el apoyo de los relevos de Boffet. Además, durante períodos del encuentro ambos laterales se sumaban al ataque, y Boffet "metía la cola" de líbero con Trillo y Murphy como backs centrales.
Aunque el partido se presentaba parejo, en Gral. Gonzalez, los muchachos  adeptos al escolaso tenían como favorito al club aristócrata del pueblo en las apuestas. A pesar de que San Isidro es un club con mayores recursos económicos y capacidad para fichar jugadores de otras ligas, el STK  ha logrado una gran producción de valores con su innovador programa de divisiones inferiores.
Como en toda fecha inaugural, el funcionamiento de los equipos no estuvo muy aceitado, pero la solidez de la línea de fondo del STK les permitió mayor posesión y dominio territorial. San Isidro quedaba bastante desprotegido porque su línea de tres defensores no podía coordinar en defensa la ayuda de sus carrileros. Apenas iban 15 minutos cuando Cañas, en un avance por el andarivel derecho, se asoció en una triangulación con Benedutti, Anchorena quedó en el medio campo superado numéricamente, Mascholm recibió abierto por derecha y aprovechando su perfil cambiado enganchó para adentro desparramado a Merlo y sacó un zurdazo combado al segundo palo imposible para "el Inglés" Brennan. Estalla en un grito de gol el centenar de hinchas del Ársenal que se veía en ventaja gracias a la primera jugada asociada del partido. En seguida, como es habitual en el Coliseo, la popular del Verde empezó a alentar a su equipo para levantarles la moral mientras que los destacados socios de la platea se quejaban entre dientes por el planteo del técnico.
La media hora que siguió fue una batalla sin arcos. Lass ordenó a sus carrileros que aprieten más arriba cuando la tuvieran Dalla Robbia y Benedutti e intentaran salir rápido cuando tuvieran la pelota, pero el trabajo de recuperación de Boffet fue impecable, cortó todas las jugadas que a duras penas el equipo de San Isidro podía construir. Las populares seguían alentando pero el rumor de la irritable platea del Coliseo se hacía oír cada vez más. Llegó el final de un primer tiempo donde hubo poco que destacar. Lo más rescatable fue el trabajo defensivo de Boffet y Benedutti, más la solidez de los laterales del STK que maniataron al San Isidro que ni siquiera le dio trabajo a los centrales vistantes, Trillo y Murphy, que se dedicaron solamente a despejar algún centro aislado.
Ninguna de las dos parcialidades estaba exultante con el juego de sus equipos pero la barra del Ársenal que llegó desde el otro extremo de General González, cantó durante todo el entretiempo mientras los plateístas locales mascullaban rabia y esperaban ver cambios tácticos en el segundo tiempo. Lass, viejo conocedor de la exigencia de la platea del Coliseo, famosa por ser expeditiva a la hora de pedir la cabeza de los técnicos, decidió meter mano en el vestuario y cambió el dibujo. Sacó a Coronel, quien apenas había tocado la pelota e hizo entrar al hábil media punta Nahuel Cabrera para que se mueva por todo el frente de ataque. Ordenó a los carrileros a que se ubiquen como interiores y le dejen el juego de ataque por las bandas a los wines Paz y Nefrune.
En el otro vestuario, aunque su rendimiento no había sido el óptimo, Gatto decidió mantener la formación inicial y le ordenó al equipo esperar y apretar solo cuando el San Isidro pase tres cuartos de cancha para salir rápido de contra.
Cuando se inicio el segundo tiempo parecía otro partido. La entrada de Cabrera le dio el fútbol que le faltaba a San Isidro. En sociedad con con Paz y Nefrune, permitieron que la línea de medios se adelantara y se instalaran aplomados en el campo del STK. San Isidro se convirtió en una tromba. Pelota que pasaba por Cabrera, pelota que se transformaba en jugada de peligro. Boffet y Benedutti ya no tenían la misma solidez defensiva que en el primer periodo. Abad y González encontraban el apoyo de Cabrera que a los 9 minutos ensayó una gambeta, dejó en el camino a Boffet, tuvo espacio para avanzar y panorama para asociarse con sus compañero. Paz le señaló el pase al vacío entre Trillo y Barbosa y el 11 le ganó las espaldas a los defensas del STK. En posición de gol definió suave al primer palo que Elcano había dejado descubierto pensando que se venía un centro atrás. Empata San Isidro, explota la popular, aplauso y caras de asentimiento en la platea. En 10 minutos del 2°T el partido ya estaba empatado y el desarrollo del juego siguió igual. Gatto, que sabía que San Isidro seguiría atacando decidió mantener la formación y esperar para el contragolpe pero no resultó. Lass le pidio a sus wines, Nefrune y Paz que cambien de andarivel de a ratos y el STK perdió las marcas. Con la referencia fija de Coronel la marca era más fácil, pero con Nahuel Cabrera sin puesto fijo en el frente de ataque y los wines cambiando de punta a cada rato la línea de 4 que se había mostrado tan sólida en el primer tiempo empezó a resquebrajarse.
En uno de los pocos avances del STK en el segundo tiempo, Barbosa se lanza al ataque, intenta una pared con Dalla Robbia que es anticipado por Iacobucci que lanza un pase largo para el hiperactivo Paz que encuentra a contrapierna a los visitantes, le gana en velocidad a Cañas, llega al fondo, tira el centro atrás y Nahuel Cabrera, el que le cambió la cara al equipo aristócrata, empalmó un balinazo que se coló por el ángulo superior izquierdo. Elcano quedó clavado en la línea y sólo pudo ser un espectador privilegiado del gol del 16 de San Isidro. Ahora sí, hasta los de la coqueta platea del Coliseo se animaron a unirse a los cánticos de la popular. Iban 25' del 2°T y Gatto mandó a calentar a todos los suplentes. Estaba obligado a modificar el esquema rápido para, al menos, llevarse un punto de la casa de Los Verdes pero no le dieron tiempo. El local estaba entonado y 3 minutos después del gol de Nahuel, Mauricio Abad se escapa por primera vez  de la marca zonal de Boffet, se mete en el área grande, amaga el pase a Nefrune, deja en el camino a Murphy que en un intento desesperado va abajo y llega tarde. El 10 de los Verdes se desploma en el área y se escucha el pitazo. Penal. El 10 agarra la pelota para terminar la jugada que él mismo se había fabricado. Tomó dos pasos de carrera, se perfiló como para cruzarla pero apenas vio que Elcano daba un paso hacia su derecha abrió la zurda y suavemente empujo la pelota a la red por el medio del arco de un guardameta que estaba vencido antes de que la pelota cruzara la línea. 3 a 1 para los locales. Ahora sí, las caras en la platea cambiaron y los bombos de la popular retumbaban con más fuerza. Gatto sacó a Cañas e hizo ingresar a Luciano "la espiga" Espinosa, de imponente altura. Formó una línea de 3 con Barbosa, Murphy y Trillo y ordenó tirarle centros al longilíneo centrodelantero pero el cambió no tuvo influencia en el desarrollo del partido. Por el otro lado, Lass sacó a Nefrune e hizo ingresar otro volante mixto, Federico Ledesma, quien junto a Cabrera, Abad, Iacobucci y Paz, que bajaba a asociarse con ellos, empezaron a florearse durante los 15 minutos finales con un juego atildado que enrojeció las palmas de los plateístas y las gargantas de los muchachos de la popular que hasta se animaron a un "olé, olé" ante un STK que corría desorientado sin encontrar la pelota.
El último cuarto de hora fue cómodo para El Verde que era amo y señor, tanto en posesión de pelota como en dominio territorial. Lass sonreía porque sabía que esa impresión final que estaba dejando el equipo de San Isidro es lo que pretende su exigente afición. En conclusión: el partido tuvo sus emociones pero no fue brillante, salvo cuando ya estaba definido y San Isidro se aprovechó de un STK ya desahuciado. Esta claro que el equipo de Gatto tiene la idea pero aún no logra ejecutarla de forma regular durante los 90 minutos. San Isidro, en cambio, empezó confundido, sin ideas claras y atorado por la maquinaria táctica del STK pero con el paso de los minutos y los cambios introducidos por su técnico logró acercarse al juego que pretenden. El resultado es algo mentiroso porque el STK dio una férrea pelea hasta que se vio superado en el score. Solo así pudo lucirse el San Isidro que, aun sin un rendimiento que le asegure victorias frente a rivales más fuertes, empieza con el pie derecho el camino a su objetivo: el bicampeonato.

Gazza Le Tissier


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