domingo, 12 de abril de 2020

Ley de Murphy


Deportivo Sueco 0 vs 1 STK


En la apacible tarde gonzalense del domingo, el enfrentamiento entre la gélida eficiencia nórdica y el fútbol-ciencia podía resultar poco atractivo para el espectador desprevenido que se basara únicamente en los nombres de los equipos que se enfrentaban en el Johnson. Lo cierto es que han regalado un notable espectáculo gracias a las nobles propuestas de ambos equipos pero, sobre todo, a asuntos menos deportivos.
El local fue quién tomó la iniciativa, obligado por estar en su cancha, por su público y por la inspirada jornada que parecía tener el Gringo Danielsson, quién por izquierda amenazaba con erigirse en la llave del triunfo para los Rayados. Cañas, de STK, era quién más lo sufría. Claro que a los 24 minutos de la primera parte todo cambiaría. Murphy, primer marcador central del visitante, cruzó por detrás del atribulado Cañas y barrió violentamente a Danielsson. El árbitro dejó pasar el golpe, inexplicablemente. O no tanto, si damos crédito a ciertas habladurías.
Lo concreto es que tras la fuerte entrada el juego cambió. Deportivo Sueco acusó el golpe a Danielsson como si hubiera sido a todo el equipo. STK, el Arsenal gonzalense, tomó el dominio de las acciones. Una y otra vez atacó al local. Martirizó a su defensa. No faltó quién recordara, a los gritos, amparado en el anonimato de la tribuna, lo que todos sabían pero nadie se atrevía a decir.
Sólo Jensen, ágil guardameta de los suecos, sostenía el cero a cero. Una y otra vez debió actuar, descolgando innumerables centros, tapando algún mano a mano y echando al corner peligrosos intentos de media y larga distancia del laboratorio de STK. Murphy empujaba desde el fondo a los suyos, ensoberbecido desde aquel golpe (¿o debemos llamarlo venganza?) sobre Danielsson.
A duras penas el local mantuvo el cero en su arco en ese primer tiempo. Apichonado, el Rayado gonzalense no atinaba a responder. Cómo si sus futbolistas hicieran causa común con el apesadumbrado Danielsson.
El segundo tiempo fue más de lo mismo. Furibundo ataque de STK, tímida respuesta sueca. Casi como de compromiso. Por eso no soprendió que Svensson, entrenador dueño de casa, optara por sacar a Danielsson a poco de empezado el segundo tiempo. Algún aficionado malicioso le recordó aquel secreto a voces. Nuestra posición era algo lejana, pero hay quién jura que el 11 local se retiró llorando.

Si bien, a partir del cambio el encuentro pareció emparejarse, Murphy marcaba la diferencia. Bastonero de la defensa, baluarte del equipo todo, consiguió lo que se veía venir desde hacía tiempo: fue a los 30 minutos de la segunda mitad cuando conectó de cabeza un preciso envío de Vaira a la salida de un tiro libre y doblegó la valiente resistencia de Jensen. El festejo fue grande, enorme, casi desaforado y con un solo destinatario, a quién Murphy señalaba con su índice derecho mientras lo miraba con fiereza. Si, claro, estimado lector, hablamos de Javier Danielsson, quién no pudo soportarlo y corrió al vestuario aunque aún no hubiera terminado el encuentro. El árbitro, esta vez sí, sacó amarilla para el goleador burlón, a quién poco le importo la sanción y regresó con gesto de felicidad enajenada a su puesto en la cueva. Nada se modificó en los minutos finales y la victoria correspondió a STK por uno a cero en condición de visitante sobre Deportivo Sueco.

En conferencia de prensa se insinuó algún asunto de amores contrariados y habladurías malintencionadas en González. Murphy optó por reir fuerte, arquear los ojos y retirarse sin responder. Consultado Danielsson, pareció ahogar un sollozo y no respondió.

Diego Joy

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los Resultados de la 8ava