jueves, 26 de marzo de 2020

No voy en tren, voy en Bici


Ciclista Platense 6 vs 2 Boleteros


Luego de estar toda la semana dudando si se jugaba o no por el coronavirus, decidieron seguir para adelante y jugar este partido. Estaban todos deseosos de fútbol y el argumento para jugar fue: “Se jugaron partidos en Bielorrusia, Nicaragua, Antillas Holandesas y Ascenso chileno ¿por qué nosotros no?”
Como medida preventiva,  el estadio Facundo Bazzi iba a entrar la mitad de la capacidad, separados por 1 Metro o más, que para eso decidieron usar los tablones de las mesas del salón de fiestas para separar. Avisaron, si hay gol y se abrazan, a la cárcel.
Ciclista Platense, que había hecho una buena pretemporada, querían jugar y ganar como sea.
La formación (442): Milano, Rugulla, Vaudet, Barbieri, Washington; Mamaní, Sosa, Luna, Magio; Desfra y Bretor.
Por el otro lado, Boleteros, casi no se entrenó porque al ser empleados de ferrocarril, tuvieron que trabajar más por la demanda del verano para el tren de pasajeros.
Incluso, varios jugadores llegaron sobre la hora al partido porque dos estaciones anteriores al pueblo, un coche se descalzó y hubo un retraso de 5 hs.
Así, como pudo, armó un 3-4-3 muy ambicioso: Appentano, Ochoa, Salazar, Akura; Domínguez, Zarragui, Sequera, De Luca; Baldera, Nielsen y Sáenz.
A pesar de los contratiempos, los primeros 20 minutos fue dominado por Boleteros, que lastimaban con los centros y desbordes de Nielsen y Sáenz, más el panorama de De Luca. 2 cabezazos de Baldera (uno al palo, el otro tapado por una volada increíble de Milano), este mismo tuvo un mano a mano que definió, pegó en un palo, recorrió la línea y salió.
A partir de los 20´, el equipo de desinfló y Ciclista empezó a dominar el partido, manejando la pelota, sin desesperarse, pero cansando al rival. Mamaní se hizo dueño del mediocampo, no dejaba pasar una pelota y por los costados no atacaba Boleteros porque Sosa y Luna se iban por la raya. El primer intento fue una gambeta, doble pisada de Salomón que asistió hacia la banda derecha para Moreno, que quiso tirar el centro y salió un tiró impresionante al arco, que Appentano la sacó por arriba del travesaño. En el córner, el arquero quiso atenazarla y se le escapó, todos errándole a la pelota hasta que Vaudet puso el pie e hizo el 1-0. A partir de ahí, nunca más pudo tocar la pelota, Boleteros, llegaban por todos lados pero el arquero  sacaba todos y un par desviadas por el viento, hasta que Crase tuvo un mano a mano, definió y ya se ponía a festejar el gol cuando iba limpita al arco pero una mata de maleza desvió la pelota y se fue afuera. Y así terminó el Primer Tiempo, que hay que aclarar que en el gol, nadie se abrazó, hicieron caso a la advertencia.
Los hinchas del local estaban como locos porque no entendían cómo ganaban solamente 1-0, mientras que los visitantes sabían que iba a ser muy difícil pero esto es peor de lo que imaginaban.
Arrancó atrasado con el Segundo Tiempo porque los árbitros se quedaron comiendo una hamburguesa en la cantina. Tuvo que ir a avisarle el boletero , que cuando volvió, el viento le había volado la sombrilla, la silla y se le rompió el termo al caer.
Ambos equipos no hicieron cambios pero se escucharon gritos del DT de visitante.
Ni bien pitó el árbitro, Nielsen pateó desde la mitad de cancha e hizo el gol cuando Milano se acomodaba los guantes y hablaba con  un fotógrafo. Injusto pero como dice Ruggeri: “El fútbol es para vivos”.
Sin embargo, el empate tempranero no achicó a los ciclistas, que de la mano de Mamaní nuevamente manejaba los hilos, y la calidad de Salomón pero no llegaba la pelota a los delanteros.
Todo transcurría tranquilo, con faltas menores hasta que Akura se cansó de que entre Magio, Desfra y Bretor lo saquen a pasear y fue expulsado por llegar a total destiempo al pecho de Desfra. A partir de ahí se desmadró, el DT del ferroviario no pudo hacer un cambio porque el árbitro echó a Ochoa y a Salazar, por lo que Cassone hizo cambios desesperados: Chávez x Nielsen, Irusta x Sáenz y Soto x Sequera, dejando a Baldera que se arregle sólo con De Luca atrasado, tirándole pelotazos, pero la idea era aguantar 35 minutos sin que Ciclista vuelva a hacer un gol. Fillipenti, por su lado, un viejo zorro y metió el primer cambio el veloz Di Nessio x Washington, para aprovechar más los huecos y el cansancio. Y sacó Maggio, dolorido por los golpes, para cuidarlo y puso a Crespo, con características similares.
A partir de esto, fue un baile por parte de Ciclista, que a los 5 minutos de haber entrado, Crespo hizo el 2-1 tras un hermoso tiro libre.
10 minutos después, vino el 3-1 con tras una corrida enorme de Di Nessio, que la coronó con una emboquillada sobre el arquero de boleteros.
A los 35´, el tiempo que pensaba aguantar Boleteros, Ciclista aumentó a 4-1 con un gol olímpico de Bretor.
A los 40, Crespo pateó mal, pero una mata hizo que la pelota saltara y descolocando al arquero. 5-1, un resultado que nadie esperaba.
A los 43´, en la única que Baldera pudo aguantar, le hicieron penal y él mismo convirtió el 5-2 para Boleteros.
Cuando terminaba el partido, Nielsen aprovechó de nuevo los huecos  y en diagonal definió el 6-2.
Cuando parecía que nada iba a opacar la fiesta, al pitar el árbitro, los hinchas de Platense festejaron, pero la alegría fue tanta que 10 personas se abrazaron, la  policía los detuvo, el presidente quiso interceder y recibió un bastonazo, un poco de tumulto pero se calmaron y esos 10 pasarían todo la noche en la comisaría.


Juan Manuel F.

San Isidro lo ganó desde el banco


San Isidro 3 vs 1 STK


Como en el inicio de todos los torneos, el domingo por la tarde, San Isidro traía sobre el lomo la responsabilidad de imponerse por tradición y porque la pituca y siempre rezongona platea del Coliseo Deportivo está ansiosa por revalidar su título y así, al fin, alcanzar en el palmarés a sus eternos rivales de San Borombón.
El rival, el joven club STK, siempre animador de los torneos, empezaba el año con el deseo poner a prueba las innovaciones de los entrenamientos y modificaciones tácticas implementadas en la pretemporada por su obsesivo DT, Emiliano Gatto, y desarrollar un juego más veloz y fluido.
Con la expectativa de un nuevo comienzo, el Coliseo Deportivo tuvo una gran asistencia. La exigente platea de Los Verdes estaba colmada y en la tribuna popular el público superaba las 1000 personas. El puñado de de algo más de 100 hinchas del STK  que se cruzó todo General González entró por el acceso de la calle Presidente Perón entonando cánticos en los que le pedían a su equipo repetir la hazaña del campeonato 2005.
El San Isidro de míster Laas se plantó con una propuesta más ofensiva, líbero y dos stoppers. Dos carrileros de ida y vuelta para abrir bien la cancha y asociarse con los wines Paz y Nefrune, todo con el apoyo de Coronel que, a lo Giroud, jugando de espaldas al arco y aprovechando su portentoso físico intentó aguantar la pelota y hacer de pivot para el avance en bloque de un equipo bien corto.
Por otro lado, sin resignar el aspecto ofensivo, STK plantó una marcada línea de 4 en la que los laterales, Cañas y Barbosa, se desprendían alternativamente con el apoyo de los relevos de Boffet. Además, durante períodos del encuentro ambos laterales se sumaban al ataque, y Boffet "metía la cola" de líbero con Trillo y Murphy como backs centrales.
Aunque el partido se presentaba parejo, en Gral. Gonzalez, los muchachos  adeptos al escolaso tenían como favorito al club aristócrata del pueblo en las apuestas. A pesar de que San Isidro es un club con mayores recursos económicos y capacidad para fichar jugadores de otras ligas, el STK  ha logrado una gran producción de valores con su innovador programa de divisiones inferiores.
Como en toda fecha inaugural, el funcionamiento de los equipos no estuvo muy aceitado, pero la solidez de la línea de fondo del STK les permitió mayor posesión y dominio territorial. San Isidro quedaba bastante desprotegido porque su línea de tres defensores no podía coordinar en defensa la ayuda de sus carrileros. Apenas iban 15 minutos cuando Cañas, en un avance por el andarivel derecho, se asoció en una triangulación con Benedutti, Anchorena quedó en el medio campo superado numéricamente, Mascholm recibió abierto por derecha y aprovechando su perfil cambiado enganchó para adentro desparramado a Merlo y sacó un zurdazo combado al segundo palo imposible para "el Inglés" Brennan. Estalla en un grito de gol el centenar de hinchas del Ársenal que se veía en ventaja gracias a la primera jugada asociada del partido. En seguida, como es habitual en el Coliseo, la popular del Verde empezó a alentar a su equipo para levantarles la moral mientras que los destacados socios de la platea se quejaban entre dientes por el planteo del técnico.
La media hora que siguió fue una batalla sin arcos. Lass ordenó a sus carrileros que aprieten más arriba cuando la tuvieran Dalla Robbia y Benedutti e intentaran salir rápido cuando tuvieran la pelota, pero el trabajo de recuperación de Boffet fue impecable, cortó todas las jugadas que a duras penas el equipo de San Isidro podía construir. Las populares seguían alentando pero el rumor de la irritable platea del Coliseo se hacía oír cada vez más. Llegó el final de un primer tiempo donde hubo poco que destacar. Lo más rescatable fue el trabajo defensivo de Boffet y Benedutti, más la solidez de los laterales del STK que maniataron al San Isidro que ni siquiera le dio trabajo a los centrales vistantes, Trillo y Murphy, que se dedicaron solamente a despejar algún centro aislado.
Ninguna de las dos parcialidades estaba exultante con el juego de sus equipos pero la barra del Ársenal que llegó desde el otro extremo de General González, cantó durante todo el entretiempo mientras los plateístas locales mascullaban rabia y esperaban ver cambios tácticos en el segundo tiempo. Lass, viejo conocedor de la exigencia de la platea del Coliseo, famosa por ser expeditiva a la hora de pedir la cabeza de los técnicos, decidió meter mano en el vestuario y cambió el dibujo. Sacó a Coronel, quien apenas había tocado la pelota e hizo entrar al hábil media punta Nahuel Cabrera para que se mueva por todo el frente de ataque. Ordenó a los carrileros a que se ubiquen como interiores y le dejen el juego de ataque por las bandas a los wines Paz y Nefrune.
En el otro vestuario, aunque su rendimiento no había sido el óptimo, Gatto decidió mantener la formación inicial y le ordenó al equipo esperar y apretar solo cuando el San Isidro pase tres cuartos de cancha para salir rápido de contra.
Cuando se inicio el segundo tiempo parecía otro partido. La entrada de Cabrera le dio el fútbol que le faltaba a San Isidro. En sociedad con con Paz y Nefrune, permitieron que la línea de medios se adelantara y se instalaran aplomados en el campo del STK. San Isidro se convirtió en una tromba. Pelota que pasaba por Cabrera, pelota que se transformaba en jugada de peligro. Boffet y Benedutti ya no tenían la misma solidez defensiva que en el primer periodo. Abad y González encontraban el apoyo de Cabrera que a los 9 minutos ensayó una gambeta, dejó en el camino a Boffet, tuvo espacio para avanzar y panorama para asociarse con sus compañero. Paz le señaló el pase al vacío entre Trillo y Barbosa y el 11 le ganó las espaldas a los defensas del STK. En posición de gol definió suave al primer palo que Elcano había dejado descubierto pensando que se venía un centro atrás. Empata San Isidro, explota la popular, aplauso y caras de asentimiento en la platea. En 10 minutos del 2°T el partido ya estaba empatado y el desarrollo del juego siguió igual. Gatto, que sabía que San Isidro seguiría atacando decidió mantener la formación y esperar para el contragolpe pero no resultó. Lass le pidio a sus wines, Nefrune y Paz que cambien de andarivel de a ratos y el STK perdió las marcas. Con la referencia fija de Coronel la marca era más fácil, pero con Nahuel Cabrera sin puesto fijo en el frente de ataque y los wines cambiando de punta a cada rato la línea de 4 que se había mostrado tan sólida en el primer tiempo empezó a resquebrajarse.
En uno de los pocos avances del STK en el segundo tiempo, Barbosa se lanza al ataque, intenta una pared con Dalla Robbia que es anticipado por Iacobucci que lanza un pase largo para el hiperactivo Paz que encuentra a contrapierna a los visitantes, le gana en velocidad a Cañas, llega al fondo, tira el centro atrás y Nahuel Cabrera, el que le cambió la cara al equipo aristócrata, empalmó un balinazo que se coló por el ángulo superior izquierdo. Elcano quedó clavado en la línea y sólo pudo ser un espectador privilegiado del gol del 16 de San Isidro. Ahora sí, hasta los de la coqueta platea del Coliseo se animaron a unirse a los cánticos de la popular. Iban 25' del 2°T y Gatto mandó a calentar a todos los suplentes. Estaba obligado a modificar el esquema rápido para, al menos, llevarse un punto de la casa de Los Verdes pero no le dieron tiempo. El local estaba entonado y 3 minutos después del gol de Nahuel, Mauricio Abad se escapa por primera vez  de la marca zonal de Boffet, se mete en el área grande, amaga el pase a Nefrune, deja en el camino a Murphy que en un intento desesperado va abajo y llega tarde. El 10 de los Verdes se desploma en el área y se escucha el pitazo. Penal. El 10 agarra la pelota para terminar la jugada que él mismo se había fabricado. Tomó dos pasos de carrera, se perfiló como para cruzarla pero apenas vio que Elcano daba un paso hacia su derecha abrió la zurda y suavemente empujo la pelota a la red por el medio del arco de un guardameta que estaba vencido antes de que la pelota cruzara la línea. 3 a 1 para los locales. Ahora sí, las caras en la platea cambiaron y los bombos de la popular retumbaban con más fuerza. Gatto sacó a Cañas e hizo ingresar a Luciano "la espiga" Espinosa, de imponente altura. Formó una línea de 3 con Barbosa, Murphy y Trillo y ordenó tirarle centros al longilíneo centrodelantero pero el cambió no tuvo influencia en el desarrollo del partido. Por el otro lado, Lass sacó a Nefrune e hizo ingresar otro volante mixto, Federico Ledesma, quien junto a Cabrera, Abad, Iacobucci y Paz, que bajaba a asociarse con ellos, empezaron a florearse durante los 15 minutos finales con un juego atildado que enrojeció las palmas de los plateístas y las gargantas de los muchachos de la popular que hasta se animaron a un "olé, olé" ante un STK que corría desorientado sin encontrar la pelota.
El último cuarto de hora fue cómodo para El Verde que era amo y señor, tanto en posesión de pelota como en dominio territorial. Lass sonreía porque sabía que esa impresión final que estaba dejando el equipo de San Isidro es lo que pretende su exigente afición. En conclusión: el partido tuvo sus emociones pero no fue brillante, salvo cuando ya estaba definido y San Isidro se aprovechó de un STK ya desahuciado. Esta claro que el equipo de Gatto tiene la idea pero aún no logra ejecutarla de forma regular durante los 90 minutos. San Isidro, en cambio, empezó confundido, sin ideas claras y atorado por la maquinaria táctica del STK pero con el paso de los minutos y los cambios introducidos por su técnico logró acercarse al juego que pretenden. El resultado es algo mentiroso porque el STK dio una férrea pelea hasta que se vio superado en el score. Solo así pudo lucirse el San Isidro que, aun sin un rendimiento que le asegure victorias frente a rivales más fuertes, empieza con el pie derecho el camino a su objetivo: el bicampeonato.

Gazza Le Tissier


"Monaguillo" a pie firme


San Borombón 1 vs 0 Islander Port


El domingo volví a General González tras quince años de ausencia. La verdad pensé en no volver jamás. No es que me haya ido herido o enojado con el pueblo, en realidad creía que González ya no tenía nada más para mi. 

Mi amigo, el mosca, me fue a buscar a la estación. Me dio un abrazo muy fraternal y revoleó mi bolso dentro de su chata polvorienta. Mientras trataba de ponerse al día de su vida y la vida del pueblo, no paraba de palmearme la espalda. Él parecía feliz con mi regreso y yo no sabía aún que sentir. Pensé que íbamos para su casa pero enfiló para otro lado. Estaba un poco desorientado, creo que es válido luego de tantos años de ausencia, pero más o menos recordaba donde estábamos y hacia donde deberíamos ir.

Efectivamente no íbamos para su casa. Me dí cuenta cuando estacionó en la playa de la cancha de San Borombón, el equipo de sus amores. "Nueva Estancia La Coruña" decía despintada la pared que sostenía la popular. Lo miré perplejo mientras trataba de bajar de la camioneta.

- ¡Juega el Monaguillo, papá! -gritó agitando sus brazos y otra vez volvió a tener trece años.

Entramos en la cancha a puro tumulto. Los cantitos, las banderas y la pirotecnia pintaban aquella tarde de domingo que parecía recién empezar.

Mientras nos sentábamos sobre los tablones de madera, el Mosca me decía que San Borombón jugaba "contra los putos ingleses de Islander Port". El que no Salta es un Inglés, cantaba la muchachada. Y yo también. 

Los capitanes se saludaron y se intercambiaron banderines, y yo pensaba que había venido para los festejos del cumpleaños número 40 del Mosca. Se lo dije.

- Eso es a la noche, Nacho. -me respondió por sobre los gritos de la hinchada. 

El primer tiempo fue bastante intrascendente, casi ni patearon al arco pero eso sí, en el medio campo se cagaron bien a patadas. El arbitro, un tal Trucco, parecía que iba a ser operado de cataratas en breve. No veía nada el malnacido.

En el entretiempo el Mosca desapareció y me indicó que lo esperara sentado, que ya venía. En su ausencia yo me puse a pensar qué carajo hacía acá. Había prometido no volver nunca más. Al partir había dejado atrás un telegrama de despido, una novia de la infancia que se casó con otro y demasiados sueños truncos.

De repente apareció el Mosca. Al volver lo hizo con una hamburguesa en cada mano:

- No me alcanzó para la coca.

Miré con desconfianza el sándwich pero al darle el primer bocado ahuyenté todos mis miedos. Era exquisita, la más rica que había probado en mi vida. Apenas tenía queso entre un crocante pan francés. Le agradecí el almuerzo al Mosca. 

El segundo tiempo empezó con un poco más de esperanza. El 10 Monaguillo, un tal Mori, tenía un guante en su zurda. Su primer disparo al arco hizo vibrar el travesaño. A partir de allí fue un partido bastante entretenido. El local atacaba por las bandas e intentaba llegar al arco para convertir y quedarse con los 3 primeros puntos. 

Cuando faltaban 7 minutos para la culminación del partido, este tal Mori, petiso y melenudo, recibió la pelota en el círculo central. Con un firulete imposible, se sacó al 3 y al 10 de ellos de encima. Y enfiló derechito al arco como si fuera un exocet en Malvinas. Gambeteó a uno, a dos, a tres y vio al guardameta adelantado y se la picó con una suavidad pasmosa. Gol del Monaguillo.

El Mosca me abrazó y me zamarreó de lo lindo estirándome toda la remera. Gritó al cielo y se persignó. 

La hinchada no paró de gritar y alentar hasta el final del partido. El árbitro pitó el final y el estadio estalló. Papelitos y cintas volaban en el cielo de General Gonzalez. 

Mientras salíamos de la cancha me emocioné. No por el resultado ni siquiera por el partido. Me conmoví recordando al Mosca, aquella noche de martes tomándose el mismo tren que me tomé yo hacía unos años para escaparme de estos pagos. El tipo se fue con sus últimos ahorros y pidiendo el día en su trabajo para estar al lado mío en el entierro de mi viejo.

 ¿Cómo puedo decirle que no a este tipo? ¿Cómo puedo decirle que estoy cansado cuando me dice con la sonrisa llena de dientes "dale, Nachito, vamos a preparar todo para mi cumple"?

Nacho L.

Visita Sueca


Monte Azul 1 vs 2 Deportivo Sueco


Es el primer día del otoño y aun así el calor no da tregua, como no se dieron tregua Monte Azul y Deportivo Sueco en el Mateo Ramón Bischoff, el estadio del equipo conocido como Los Bichos, en lo que fue el partido por la primera fecha de la Liga Gonzalense.
Ambos equipos llegaban curiosamente con la misma cantidad de puntos, 0, luego de haber disputado un total de 0 partidos en esta liga justamente comienza esta misma fecha. Pese a tan exiguos antecedentes, todo hacía suponer que Monte Azul tenía la ventaja por ser local, además de contar con el apoyo de la agroindustrial Monte Azul, una de las empresas más pujantes de la zona. Además, si bien ninguno de los dos equipos ha sido protagonista los últimos años, las campañas de Deportivo Sueco han sido ciertamente de menor envergadura.  
Pero los hombres de Natalio Svensson demostraron no ser de madera y, pese a un planteo altamente defensivo de su técnico, que salió con un solo punta y una soga atada en cada uno de los mediocampistas para que no pasaran mucho la mitad de cancha, se pusieron arriba 1 a 0 a los 23 minutos, producto de de un pelotazo profundo para Leiva, quien dominó, aguantó, perdió, recuperó y finalmente pudo sacar un remate de afuera del área que terminó en la red del arco defendido por G. Peck. El resto del primer tiempo fue de muy flojo nivel. Pero todo cambiaría en el segundo tiempo…
Y por “todo” este cronista quiere decir solo el resultado. Porque el nivel de juego siguió siendo de flojo a Guatepeor, con su cima en la única jugada combinada entre Bischoff (el hombre que se un estadio) y Giannieri que terminó con la exquisita definición de Jaramillo para el 1 a 1 en el minuto 17 y su sima en la absurda patada de Pafundi a Franco que derivo en el gol de tiro libre con el que Deportivo Sueco selló el triunfo en el minuto 34 del segundo tiempo.
No hubo tiempo para más y tal vez sea de agradecer. Seguramente la pretemporada será una de las excusas a mano para justificar el desempeño flojo de ambos equipos, los cuales necesitarán mejorar y mucho si quieren volver a ser protagonistas, luego de mucho tiempo, de una de las ligas más competitivas del país.

@PatricioUPMA
Patricio Gronda

Una tricota para empezar el otoño


Cantegriles 1 vs 3 Internacional Sud


Impresionante triunfo en calidad de visitante obtuvo Internacional Sud en el comienzo de la Liga Gonzalense. Con goles de Darío Zambrano, Alex Wecklemberg y Juan Pablo Niemiec venció a Cantegriles 3 a 1, Miguel Ángel Scazzini descontó para los locales. Mejor no podía empezar el equipo dirigido por Macedonio Risuando que al finalizar el juego declaro: “Todo lo planeado durante la pretemporada salió a la perfección, por eso se dio este contundente triunfo”.
Cuando el partido se estaba armando Zambrano se corta por la derecha y con remate desde afuera del área vence a Tomás Romegueni abriendo el marcador, de ahí en más fue todo para el visitante. Manejó con criterio el balón, no tuvo fallas en defensa, dispuso de orden táctico en todas sus líneas. Muy buen trabajo de Agustín Morgante y el propio Zambrano que enloquecieron a los defensores locales. Tres situaciones muy claras tuvo Internacional para ampliar su ventaja en el primer tiempo, que fueron desaprovechadas por Ceferino Epuyén y Facundo Cerchiara. La defensa de Cantegriles no encontraba la forma de parar los embates visitantes. La primera parte terminó con esa escasa diferencia a favor de “El Laburo”.
En la segunda mitad, Julián Weistern metió mano al equipo, cambio el esquema en busca de igualar el marcador con el ingreso del delantero Valentino Ledesma en reemplazo del central Luis Alberto Moneta. Poniendo en campo un 3-4-3 más ofensivo. Pero los resultados no fueron los esperados por el DT local. A los seis minutos Wecklemberg remato desde la derecha venciendo a Romegueni y ampliando a dos la ventaja verde. El dominio visitante se acentuaba más y más, Mogante y Zambrano continuaban siendo los dueños del medio campo y las subidas por derecha de Ángel Lefret no podían pararse.  A los 18 minutos otra vez por derecha subida de Lefret, centro y de cabeza el primer central Niemiec puso el tercero. Si bien había tiempo para remontar, el ánimo de los locales tenía plomo en sus alforjas. A pesar de todo se consiguió descontar por intermedio de Scazzini muy buena jugada por derecha combinando paredes con Juan Pablo Fassotti. Los últimos minutos fueron un monologo local, pero sin conseguir el objetivo de al menos empatar el juego. En el último minuto un remate del Germán Sugamele se estrelló en el poste, pero solo quedó para anécdota.
Resultado más que justo, Internacional hizo todo para llevarse los primeros tres puntos de la liga para casa y pareciera, aunque es muy temprano para afirmarlo que puede llegar a ser uno de los animadores de la liga. Por el lado de Cantegriles, muchas dudas de cara al certamen que dio comienzo este fin de semana.
Sintesis:
Cantegriles: Tomás Romegueni; Germán Sugamele, Antonio Lucero, Luis Alberto Moneta (ST inicio Valentino Ledesma) y Néstor Aguado (ST 21’ Kevin Espinoza); Juan Pablo Fassotti, Patricio Basualdo e Hipólito Silva; Walter Water; Miguel Ángel Scazzini y Francisco Chiorizano. DT: Julián Weistern. Suplentes: Rodolfo Ferrari, Fabián Aguilera, Julián Soria, Augusto Gutierrez y Jonathan Quiroga.
Internacional Sud: Héctor Toledo; Ángel Lefret, Juan Pablo Niemiec, Borja Martínez y Emilio Ludwig (A) (ST 39’ Juan Pablo Lombardo); Darío Zambrano, Alex Wecklemberg, Maximiliano D’ossio y Agustín Morgante; Facundo Cerchiara (A) (ST 39’ Aurelio Álvarez) y Ceferino Epuyén. DT: Macedonio Risuando. Suplentes: Santino Lorea, Santiago Catalán, Daniel Benoit, Claudio Visocoff y Jonathan Temmerman.
Goles: PT: 18’ D. Zambrano (IS). ST: 6’ A. Wecklemberg (IS). 18’ J.P.Niemiec (IS). 21’ M.A. Scazzini (C). Amonestados: PT 6’ A. Cerchiara (IS). ST: 36’ E. Ludwig (IS). Expulsados: no hubo. Arbitro: Fernando Rampolla. Asistentes: Romualdo Giménez y Margarita Bellomo. Público: 700 espectadores.


"El Kabe"

Pescó tres puntos


Pescasería Carnevale 1 vs 0 Fuxia


Hoy es sábado 15 , mi nombre es Fernando y me ha tocado cubrir este partido que acaba de terminar y se llevó a cabo en el estadio de Av. San Martín y Ceferino Gómez, que aún no posee nombre pero es de Fuxia ( este club creado por un equipo de amigos de la periferia urbana)
FUXIA  se enfrentó hoy con PESCADERÍA CARNEVALE (mítico equipo de torneos comerciales) que al no tener estadio propio, su objetivo es recaudar dinero ganando campeonatos ( entres otras cosas) para comenzar a construir entonces, su estadio propio.


FUXIA salió a la cancha con la siguiente formación : 1- 4-1-4-1  y
PESCADERÍA CARNEVALE con  su característico : 2- 1 - 3 - 4 - 1
Alrededor del estadio había muchos hinchas de FUXIA ( una hinchada confirmada por muchos familiares de los muchachos)  en cambio, y a simple vista, la hinchada del otro equipo es bastante menor.
Debo comentar aquí algo que me llamó la atención, cerca mío había tres hombres de negro con lentes oscuros, nadie parecía notar su presencia en el estadio, pero allí estaban observando el partido detrás de la oscuridad de sus lentes.

El partido comenzó con total normalidad, pero de a poco PESCADERÍA CARNEVALE se adueñó del encuentro, al PÚBLICO DE FUXIA se lo veía un poco enojado y aquellos hombres de negro seguían inmóviles y en silencio.
En los primeros 45 minutos  no hubo jugadas que se destacaran y, por momentos se trabó demasiado en el medio campo, de todos modos FUXIA dominó más.
Al comenzar el segundo tiempo  PESCADERÍA CARNEVALE no cambió su actitud y FUXIA siguió dominando los primeros minutos . Bastante silencio había en el estadio.
Ya faltaba poco para terminar el partido y en un avance de FUXIA a través de de Eguren ( uno de sus jugadores más habilidosos) la pelota se fue por la línea de fondo.
Luego de esto, se dió lo más interesante del partido (en cuanto al juego propiamente dicho)
 El arquero de PESCADERÍA CARNEVALE, Ricardo Landa ,  (al ver al otro arquero adelantado) sacó desde el fondo con tanta seguridad y energía    que convirtió un gol increíble de arco a arco y así PESCADERÍA CARNEVALE  le ganó a FUXIA por 1 a 0 . En ese momento el estadio quedó en silencio total y absoluto solo por unos segundos, pero los hinchas de PESCADERÍA CARNEVALE comenzaron a festejar (algunos lloraban) , posteriormente, la hinchada de FUXIA ( que cómo dije, era algo más numerosa), comenzó a tirarle pescado a los jugadores que habían ganado el partido, como si fueran cascotes! Antes de todo esto , miré nuevamente a aquellos hombres de negro, se observaron fijamente a los ojos, bajando levemente sus anteojos oscuros y se levantaron el pulgar en gesto de aprobación. Nadie notó esto, pero no sé porque lo dejo aquí a modo de testimonio.
Demasiado revuelo en el estadio, la policía comenzó actuar. Al pasar los minutos , todos buscaban a Ricardo Landa, para felicitar al héroe de esta tarde, pero hasta ahora, nadie sabe dónde está …

Fernando Mazzoni


La tarde de Baroletti


Ciclone 19 0 vs 0 Southowns


Primer sábado de liga y la fiesta comenzó temprano en las inmediaciones de Güemes y Ceferino Gómez, los trapos azules y marrones colgaban de las ventanas y en los postes de luz como lo hicieran en el siglo pasado, los puestos de comidas ya se armaban y los locales que no tienen nada que ver con el fútbol, ni siquiera se molestaron en abrir, excepto uno.
La Zapatería Baroletti, como todos los sábados en los que hay partido del Ciclone, abrió sus puertas de par en par, encendió las máquinas del taller y tuvo en la sonrisa enmarcada en el frondoso bigote blanco de Robertino Baroletti la señal de que había fútbol en González, de que volvían Los Tanos a pisar el verde césped. Obviamente sin saber lo que iba a suceder a partir de las cuatro de la tarde me detuve a saludar a Robertino como hacía mucho, él y su esposa Beatriz siempre fueron muy gentiles con todos los que por algún motivo nos acercamos a la cancha de Ciclone o a alguno de sus jugadores, y nunca está de más agradecer los gestos bienintencionados.
No puedo asegurar que la cancha estuviera con más gente de lo que es habitual, los datos de la venta de entradas no fueron suministrados, pero se percibía en el ambiente una densidad de población superior a la que recordaba, sobre todo en partidos del Southowns, un equipo nuevo que apenas es acompañado por los familiares de los futbolistas y algún allegado. Quizás la ansiedad, la misma que me hizo mirar el reloj en el celular a las 16:01 ya impaciente, apenas tres minutos antes de que comenzara a rodar la pelota, haya sido la culpable.
Sorpresivamente para todos el equipo visitante salió decidido a atacar, Harada, McConnel y Letamendi manejaban a gusto y placer el ritmo del juego y el mediocampo del San Cristóbal. Los primeros minutos fueron de especulación y estudio mutuo, pero con la pelota siempre en poder de los de rojo (¿es rojo el color de esa camiseta?). El primer remate de “los de la Play” se fue desviado a los dieciocho del primer tiempo, Ismael Moyano corrigió cuestiones urgentes en sus compañeros de defensa y Baroletti se limitó a acomodar la pelota para pegarle fuerte y alto buscando que se pierda en el sol para después caer en el pecho de Crase, que no pudo controlar con precisión y volvió a entregar la posesión del útil al rival. El primer tiempo no tuvo más que alguna corrida de Letamendi por un lado, y al propio Crase peleando con la numerosa y férrea defensa del Southowns sin fruto destacable. El silbatazo del juez del match para indicarnos que teníamos quince minutos para pagar, encargar, esperar y empezar a comer el choripán religioso de la cancha casi que fue un alivio.
La segunda parte, con el estómago activo y las expectativas renovadas se inició con un tiro de Guillermo Rizzutti que pretendió sorprender a Baroletti, pero que el “uno” de Ciclone sacó sin demasiada dificultad por arriba del travesaño, el córner que siguió cronológicamente al disparo de Rizzutti también murió en las manos del joven portero. Agustín Baroletti tuvo otras tres intervenciones claras en el transcurso del complemento: un mano a mano contra Martín Lacamer que amortiguó con su pecho para arrojarse después sobre el balón, un anticipo en el primer palo tras un centro rasante de Mateo Novillo que se había ido al ataque y la más espectacular, una tapada a mano cambiada cerca de su ángulo superior derecho tras un tiro libre impecable de Lihué Medina (cuándo no). La actuación del “chino” Harada (Southowns) era lo más sobresaliente además de las tapadas del guardameta local, llevando a su equipo cerca del área grande de Ciclone y tratando de encontrarse con sus delanteros, que no tuvieron una gran tarde.
Ya en tiempo cumplido (incluídos los tres que había adicionado el referí por los seis cambios) Genaro Vidal (que había reemplazado a Lacamer) se metió en el área y cuando estaba a punto de rematar para darle la victoria a su escuadra un apresurado Donato Ramos lo bajó de atrás sin ninguna intención (ni posibilidad) de llegar a la pelota: penal para Southowns.
Juan Carlos Harada tomó el balón y lo acomodó en un movimiento en el punto que se ubica a doce pasos (eso dicen)  de la línea de meta, miró a Agustín Baroletti a los ojos y parado recto a la pelota comenzó su carrera hacia la pelota, llegó pesado al último paso previo al remate, abrió su talentoso pie derecho y disparó a la izquierda del arquero. Agustín Baroletti ya volaba con ese mismo destino, buscando con las dos manos la Nassau que se aproximaba mansamente a sus guantes. “Lo atajó!” le gritó en el oído la señora que cobra en la cantina de Ciclone al parrillero que no había querido ver y estaba apoyado en la mesa donde se corta el pan (bueno, y los chorizos y todo lo que haya que cortar), la parcialidad local explotó en un solo grito que hizo que el pitido del final del encuentro apenas se escuchase.
Fue cero a cero, nadie pudo disfrutar mucho de este primer partido, bueno casi nadie. Cuando salí del San Cristóbal pensé en Baroletti, ¡qué tarde había tenido! A pedir suyo. Un sábado de sol, una tarde con movimiento, un encuentro de fútbol en su barrio y lo más importante: los mates post partido con su hijo Agustín, el héroe del equipo de su corazón.

Matías Batallini

Los pájaros empezaron a volar


Ángeles Fuicks derrotó por 2 a 0 a General González en el debut del Apertura de la Segunda de la LFG. 

Todos los estrenos generan expectativas. Pero para Ángeles Fuicks lo es aún más, si se considera la inversión que tuvieron durante este receso para volver a Primera, y retomar el protagonismo que tuvieron dos décadas atrás. Enfrente estaba General González, quienes, a diferencia de sus contrincantes, no se encuentran en un listado de favoritos, más allá de la ilusión de ser una de las revelaciones del certamen.

En un AF Arena con 150 espectadores, entre hinchas y curiosos que querían ver a estos Pájaros renovados, se disputó el encuentro. La primera mitad tuvo al dueño de casa con la iniciativa, tal como pretendía su joven entrenador Marcos Espósito. Matías Frosinaro se hizo dueño de la pelota, buscando la forma de desarmar la férrea defensa propuesta por Lucas Capso. Sin embargo, su esfuerzo y el de sus compañeros fueron insuficientes para poder quebrar el arco defendido por Miguel Weigand, quien le tapó un cabezazo a Danilo Brander, un zurdazo de Vicente Zapata, y un disparo de larga distancia del mismo Frosinaro. Además, Rafael Miranda tuvo una posibilidad que se fue muy cerca del arco, y Pedro Stornelli salvó en la línea un tiro de Leonardo Turner que parecía tener destino de gol. Más allá de la resistencia defensiva, el Decano contó con un par de contraataques que parecían inquietar a la línea de 3 del local, pero la buena disposición hizo que Juan Carlos Itoles no pudiese tener la chance de definir. El pitazo final dejó un buen sabor de boca para los de casaca blanca, más allá de que aún faltaba la puntada final.

El complemento parecía ser una réplica de la parte inicial. Sin embargo, en el minuto 12, se empezó a destrabar el trámite con Brander definiendo al palo izquierdo de Weigand luego de un pase entre líneas de Frosinaro. No conformes con eso, continuaron poniendo a prueba a la vista de forma fallida, con varias intervenciones del guardavalla de los auriverdes. Hasta que en el minuto 78, una falta de Pedro Stornelli contra Miranda derivó en penal y expulsión para el zaguero visitante. Con un disparo fuerte al medio, Frosinaro puso el 2 a 0 que terminó siendo definitivo, más allá de que la intensidad de los pájaros no decayó, incluso con el ingreso de Gaspar Quiroga por Brander, o de Lino Morales por Zapata.

Ángeles Fuicks arrancó con el pie derecho su andar en este Apertura, aunque Espósito sabe que tiene detalles por mejorar, como la definición, más sabiendo que tiene que visitar la difícil cancha de Fuxia. General González, por su parte, deberá hacer borrón y cuenta nueva para cuando tenga que recibir a Deportivo Aragón.

Mauro González

Volver

Por Juan Gabriel Paz, para “Goleada informativa”, FM MolinoTorneo de Segunda DivisiónFederación Agropecuaria 0: Belzaguy; Azcona, Di Giorgio, Jakov, Farías; Gorostiaga (Sanfelipe), Montiel, Báez (Suárez), Figueredo; Godoy y Elichiri (Napolitano). DT Proterio.
Deportivo Malvinas 0: Roldán; Ayala, Grenat, Muñoz (Stronatti); Serbelloni, Tejera; Hernández, De las Peras (Bedoya), Sikorski; Montinari (Arias) y Uscovich. DT Higueras.  Árbitro: Costantini, Muy Bien.Estadio “Presidente Raúl Alfonsín”, Regular.Hora de inicio: 16.04


    Volver a una cancha de fútbol, después de tantos años, no me resultó sencillo. Quince años dedicados a la actividad agropecuaria, sumados al vicio de la literatura, me alejaron de ese ámbito que me hizo feliz durante cuatro décadas. Ahora que el pasto es solo para las vacas, imaginar las líneas de cal, las tribunas, resulta algo desacostumbrado. Después de un par de negativas, el pedido de mi amigo Hilario me devolvió a ese espacio donde se puede experimentar la paradoja de ser libre aunque se esté rodeado por un alambrado.
    Mi ingenuidad, y mi soberbia, digno es reconocerlo, me hicieron creer que sería destacado para narrar el puntapié inicial de San Borombón, o de San Isidro. La sorpresa estaba en el camino de acceso al pueblo, al cual ni siquiera tuve que entrar. El “Doctor Raúl Alfonsín” me recibía treinta años después, como aquellas tardes de domingo, en el ocaso de mi carrera, cuando pudimos dar la vuelta, con Chichilo, Gómez, el Zurdo y toda la banda, esa que se animó a soñar.
    Escalar los peldaños de la tribuna “Democracia” costó más de lo esperado, no solo por las dificultades de mis maltrechas rodillas (“al fútbol lo pagarás de viejo”, decía mi abuelo, y no se equivocaba) sino también por la sucesión de saludos y bienvenidas de mis antiguos compañeros, fieles espectadores del naranja, que llenan sus tardes dominicales acompañados por hijos y nietos en la cancha que los vio crecer. A cada escalón un bienvenido, cómo le va Paz, tantos años, cómo estuvo la cosecha, este es el señor que hizo ese gol que te conté, en cancha del Decano y un cosquilleo en el estómago.
    El partido ya se volvía para mí una excusa. Los comentarios me anoticiaban de un plantel local sin experiencia, con varios debutantes y un retorno: Marcos Figueredo. El enganche regresaba a su casa, luego de desplegar su jerarquía en Primera División (recuerdo la tapa del diario deportivo el lunes posterior a su golazo a Boca, en la Bombonera, para darle la victoria a Racing) y en el Milan. Rayo Vallecano, Oviedo, en el ascenso español; Atlético Tucumán, en la “B” Nacional; y luego San Telmo, en la “B” Metro, le explicaron que ya era hora de retornar al terruño. Poco pudo hacer el diez, aunque en sus contadas participaciones pudo demostrar que los años se llevan velocidad y explosión, pero no ductilidad en el pie, que acaricia la pelota y la hace sentir mimada.
    En el otro campo, el rayado que nunca escatima esfuerzo y sudor. Bien podrían los pibes dejar el “Fitzgerald” y mudarse a “San Mamés”. Pueden carecer de buen juego (aunque Tejera y Sikorski prometen) pero nunca te dejarán a pata, me dice Galletti, mientras me ceba un mate, como en las previas de aquellos duelos con el verde o con los monaguillos, cuando nuestro equipo supo colarse entre los grandes y ser tapa del suplemento deportivo de “Atalaya”.
    Del juego poco puede decirse, si el terreno de juego no ayuda y la temperatura sofoca. El local intentó y no pudo. La visita se animó, pero no encontró cómo. Para destacar un cabezazo de Azcona en el travesaño y una volea del “Pitu” Montinari, no tan cerca como mis ganas de llenar estas líneas quisieran. Hay que destacar que, a pesar de las adversidades del contexto, ambas escuadras se brindaron para que el par de centenas de espectadores no regresaran a sus casas defraudados. Serbelloni supo neutralizar los intentos de Figueredo (correr y marcar también es jugar al fútbol, mal que nos pese); Montinari nos regaló varias corridas por la banda izquierda que levantaron, aún más, la temperatura de la jornada. Las manos firmes del “Colo” Belzaguy atenuaron las esperanzas de los centros visitantes; y las gambetas frustradas de Elichiri justificaron su sustitución y encomendaron trabajo para la semana al técnico Proterio. “No supimos manejar la pelota con criterio, nos faltó claridad en los metros finales. Esto recién empieza, vamos a mejorar con el trabajo”, me contó a la salida del vestuario local, con la misma calma con que pateaba los penales, con la misma mirada con la que nos dijo, en el vestuario de Boleteros, mientras gritábamos “Dale campeón” y nos abrazábamos como locos, aturdidos y emocionados, que ese era su último partido, que se retiraba campeón, que ya no tenía nada más que buscar en la cancha, que ya lo había encontrado, en su casa, con sus amigos.
     La segunda parte se fue como el sol de la tarde, detrás de los eucaliptos, lenta y tranquila, sin pausa hasta el pitazo final de Costantini, quien heredó de su padre no solo la capacidad para conducir un partido, sino también la virtud de pasar inadvertido.  
    Y así volví, como volvió Figueredo, al primer amor, a las canchas sin tribunas, o casi, donde se ven las caras de todos, y se escuchan todos los gritos; donde las pisadas, los remates y los cabezazos resuenan en todos los rincones; donde no hay palcos ni cabinas; donde hay que entrar en calor con pelotas viejas y esperar turno para ducharse; donde la camiseta no se cambia, porque tiene que durar todo el torneo.

Choque de "Deportivos"


Dep. Belgrano 1 vs 0 Dep. Aragón


La lluvia no impidió el nacimiento de otra etapa en la historia futbolística de González.
Y en el marco de su 1ª fecha, midieron su poder Belgrano y Aragón, como son conocidos en la zona.
El “Pacaembú”de Ameghino y Suárez, como llaman al estadio del Colegio Nacional, albergó a 700 valientes y valientas, que inundaron las tribunas con el típico amarillo patito de los trajes anti lluvia.
Cómo todo “clásico”, no faltaron banderas, fuegos de artificio, y sanguches de bondiola a precios amigables.
Y contra todo pronóstico, fue Aragón el 11 que se acercó raudamente al arco rival.
En el amanecer del partido, Cardozo, arquero de Belgrano, envolvió su ser de heroicidad para desviar sendos disparos, primero de Campos, y luego de Fraga.
A la vez que Fraga y Martín dibujaban pozos ciegos en sector derecho de la defensa de Belgrano, Fuentes y Wallace hacían del mediocampo su edén, anulando a los creativos rivales Rossi y Kostka, a la vez atentos a los desmarques del mencionado Fraga, y de Cáceres, que empezó como medio derecho, y se sumaba como extremo cuando la jugada lo requería.
El terreno embarrado no permitió destellos de buen juego, y en una continua escala de grises futbolística finalizó la primera parte.
Tomó nota de lo acontecido Micky Cirenti, DT de Belgrano, y en el inicio del segundo capítulo pudo notarse un nuevo ensamblaje táctico en su equipo.
Arzubialde abandonó el lateral derecho, para situarse en el mediocampo, ayudando así a retener las embestidas del rival, permitiendo a la vez que Rossi y Kostka oxigenen la creatividad del equipo, siempre escudados por Maciel en la cobertura, y en la velocidad de Sarravecea como opción válida de pase.
Fue justamente una combinación de Rossi y Kostka la que dio inicio al único grito de gol del encuentro. Este último recibió, engañó la marca de Wallace, y disparó al palo derecho de Casella, cuyo esfuerzo arácnido no impidió que la pelota bese la red.
La superpoblación del mediocampo propuesta por Cirenti dio sus frutos, a la vez que transformó el encuentro en una oda al pelotazo y el juego trabado.
Gigena, en un intento de romper la barrera académica, envió al juego a Lucas Orlandi y Matías Aquelarre, quienes insinuaron velocidad y desparpajo, pero sin generar peligro en el arco rival.
Antes del final, un tiro libre de Maldonado, zaguero derecho de Aragón, pudo brindarle el obsequio de un punto a “los gallegos”, pero su potente disparó abandonó el estadio, luego de besar el palo derecho del arco rival.
Con los cantos de los hinchas de Belgrano, y un eufórico Cirenti arengando a sus dirigidos desde un costado de la cancha, finalizó otro capítulo entre dos de los equipos que animan la Liga de González.

Goyo Fernández

Los Resultados de la 8ava